El que uno sea exitoso o no en su carrera profesional después de estudiar un MBA dependerá de cómo utiliza esas herramientas obtenidas en el programa.
Sin duda alguna, el programa MBA (Master of Business Administration), es el título más demandado por los profesionales que quieren escalar puestos importantes en las empresas, y por otro lado, es el más exigido por los reclutadores de profesionales, ya que este diploma indica de alguna manera, que quien lo obtiene, tiene las condiciones profesionales para dirigir una organización sea esta pública o privada y las empresas están en la búsqueda de este tipo de profesionales.
El MBA tiene ya más de 100 años de creado, y hoy en día existen un gran número de graduados MBA quienes invirtieron tiempo y dinero en poder lograr este título. La propuesta de la gran mayoría de escuelas de negocios en el mundo, con el fin de captar la mayor cantidad de alumnado, es que el programa MBA te brinda la oportunidad de alcanzar el puesto directivo soñado, que al graduarte de MBA, casi de manera automática, a los pocos meses, ya estarás sentado en un sillón gerencial dirigiendo una gran transnacional de prestigio. Por otro lado, otra característica que se muestra mucho –sobre todo en la mayoría de los rankings MBA- es la multiplicación de tu sueldo, que pasarás a ganar 2, 3 o 4 veces más de lo que ganabas antes de estudiar el MBA, lo cual despierta el apetito económico. ¿Esto es malo? ¿Decir que ocuparás un gran puesto directivo y que ganarás mucho dinero después de estudiar el MBA? No es malo, lo que no me parece es que se ponga más énfasis en estos aspectos en vez de resaltar la responsabilidad del MBA en su condición de directivo de empresas, de agente de cambio y desarrollo, de líder capaz de contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas, tanto de su organización como de la sociedad en su conjunto.
De la misma manera, creer que por el sólo hecho de lograr el ansiado título de MBA uno alcanzará el éxito, es un error. Puede que el hecho de ser MBA te abra puertas a través de la red de contactos que se haya logrado con los compañeros de estudio, o los propios contactos empresariales que tenga la escuela de negocios a través de su bolsa de trabajo. En un principio el MBA servirá como una llave para abrir oportunidades, pero en adelante, cuando se inicia el trabajo, el día a día, ese diploma no servirá absolutamente de nada para mantenerte–aparte de colgarlo en algún lugar de la pared- todo dependerá de las decisiones que uno tome en el proceso de dirigir la organización o parte de ella.
El programa MBA te brinda una serie de conocimientos –aunque creo que no te enseña a dirigir personas- que en su mayoría podríamos decir que son aquellos relacionados con las “competencias duras”, que de duras no tienen nada, ya que profundizar sobre administración, economía, finanzas, contabilidad, marketing, tecnologías de la información y otros cursos similares, ¿será duro después de que se aprendió? ¿Aplicarlo será “duro”? o ¿duro es dirigir personas que no sabemos cuáles son sus motivaciones? Sin embargo, al proceso de dirigir personas al logro de objetivos, se le llama “competencias blandas” (entiéndase como competencias blandas aquellas relacionadas al liderazgo).
El que uno sea exitoso o no en su carrera profesional después de estudiar un MBA dependerá de cómo utiliza esas herramientas obtenidas en el programa, si es lo suficientemente inteligente y capaz para interiorizar sobre sus responsabilidades y las consecuencias de sus decisiones, del impacto tanto al interior de la organización como en la comunidad donde la organización desarrolla sus actividades. ¿Puede una escuela de negocios enseñar ética? Lo dudo, porque los comportamientos éticos se aprenden en la casa, en el hogar, con los padres, con la familia, uno aprende ética al ver y experimentar cómo se resuelven las cosas y se toman las decisiones en el hogar.