Por: Jaime Alonso Gómez, Profesor Distinguido de Estrategia y Gestión Internacional en el Tecnológico de Monterrey en México y la Universidad de San Diego en California, EE.UU.
En el presente artículo, el autor nos brinda una excelente reflexión sobre el impacto de la acreditación en una escuela de negocios y cuanto se beneficia de ello tanto los estudiantes como la propia institución en su conjunto.
Un proceso de acreditación internacional representa el compromiso explícito de una escuela para lograr: a) relevancia en su propuesta de valor a todos sus públicos de interés, b) rigurosidad y ordenamiento organizacional en sus procesos académicos, y c) robustez en sus procesos administrativos. Es sin duda el billete de entrada a las ligas mayores. Los impactos positivos y/o el valor que representa una acreditación internacional se manifiestan en una amplia variedad de aspectos. Estos se pueden listar en términos de tres categorías: Estudiantes y Egresados, Empresas y Organizaciones, y la Institución Académica per se.
Estudiantes y Egresados
Transferencia de créditos académicos. Una acreditación internacional certifica la libre transferencia de créditos académicos entre escuelas acreditadas. Esto es de vital importancia para los programas que ofrecen intercambios internacionales ya que los participantes en estas estancias internacionales pueden convalidar/transferir todos sus cursos tomados en un país extranjero al currículo o pensum académico local y viceversa.
Financiación y apoyos económicos. Una escuela internacionalmente acreditada abre la oportunidad para que los estudiantes puedan solicitar (y recibir) créditos, becas o apoyos económicos a instituciones internacionales como el Institute for International Education y las becas Fulbright entre otras.
Percepción de valor. La acreditación internacional incluye a la escuela en la lista de instituciones certificadas como escuela de calidad y en consecuencia incrementa la percepción de valor al estudiar en y graduarse de ella.
Empresas y Organizaciones
Garantía de Calidad. Para las empresas, organizaciones y otros grupos de interés de la Escuela, una certificación internacional representa una garantía de calidad en la contratación de servicios relacionados con educación ejecutiva, investigación aplicada, participación de profesores de la Escuela en los consejos o directorios respectivos y contratación de egresados
Institucionalidad. La acreditación representa también que la escuela además de tener la calidad académica, tiene implementado un proceso de institucionalidad y compromiso con la sociedad y los diferentes grupos de interés a los que sirve. La escuela acreditada representa las tres R: rigurosidad en su proceso académico, robustez en sus procesos administrativos y relevancia en el portafolio de servicios y propuesta de valor
Institución académica
Colaboración Internacional. Al obtener la acreditación la escuela incrementa radicalmente las posibilidades para establecer convenios de intercambio de estudiantes y profesores, programas de doble titulación a niveles de pregrado (licenciatura) y posgrados, procesos de investigación conjunta y otras actividades de interés mutuo con otras escuelas en el mundo. Esto es particularmente importante para el posicionamiento internacional de la escuela
Alineación organizacional. Adicionalmente, la escuela acreditada, es certificada como una institución cuyos procesos académicos y administrativos se encuentras alineados. La certificación es una validación externa que comunica que la visión, la misión, las estrategias y los procesos administrativos de la escuela están diseñados y operan de manera integrada y cumplen con la propuesta de valor que ofrece a sus diferentes clientes y/o grupos de interés
Contratación de profesores. Una acreditación internacional permite también a la escuela el poder contratar profesores de tiempo parcial o completo en los mercados internacionales ya que la acreditación incrementa la visibilidad y atractividad (y certifica la calidad) de la institución como opciones de trabajo para profesores que terminan sus estudios de posgrado y se encuentran explorando oportunidades de carrera en su vida profesional.
Matrícula de estudiantes. Como consecuencia de la acreditación, la escuela será más visible, tendrá más reputación y prestigio, y será considerada como primera opción de estudio por una mayor cantidad de aspirantes. Esto permitirá que las escuelas que dependen financieramente del pago de matrícula o colegiatura tengan acceso a un número más grande de solicitantes y reclute estudiantes con mejores indicadores de admisión
Sin embargo, a pesar de todas estas ventajas, no todas las escuelas se orientan a obtener acreditaciones internacionales. Entre los principales obstáculos se encuentran:
Ausencia de visión de parte del equipo de liderazgo de la escuela. Regularmente esto ocurre en instituciones educativas con una estrategia muy orientada al mercado interno y que consideran que la globalización, los mercados abiertos, y la competencia internacional no existe, no les afecta o no es importante.
Ordenamiento organizacional. Una acreditación internacional implica poner la casa en orden. Esto significa producir una visión y plan estratégico de la escuela, alinear la misión con la estrategia, la estrategia con los proyectos y programas y todo lo anterior con procesos de medición de los resultados. Ejecutar todo lo anterior, requiere esfuerzo y recursos intelectuales, organizacionales y financieros. Además necesita de procesos de liderazgo participativo, descentralizados e incluyentes. En consecuencia, un proceso de acreditación unifica a una escuela alrededor de una visión-misión que inspira acciones inteligentes, comprometidas y organizadas de manera armónica. Poner la casa en orden es un proceso complejo pero altamente gratificante
Inversión económica. Se infiere en el punto anterior, la asignación de recursos para un proceso de acreditación. Este se inicia con actividades inherentes a institucionalizar la planificación estratégica de la escuela, obtener y organizar información inherente a estudiantes, egresados, profesores, publicaciones, diseño curricular de los programas académicos y una cantidad adicional de variables. Implica también hacer la inversión en membresía con la agencia acreditadora, entrenamiento en el proceso, solicitar la aplicación y elegibilidad, preparación de la visita del comité de pares y finalmente la realización de la misma. Los recursos para todo lo anterior no son triviales y pueden llegar a ser parte importante del presupuesto total de la escuela en particular para las instituciones de tamaño pequeño.
En resumen, una acreditación internacional debe ser parte de la estrategia de la escuela, y representa el compromiso explícito de la institución para lograr: a) relevancia en su propuesta de valor a todos sus públicos de interés, b) rigurosidad y ordenamiento organizacional en sus procesos académicos, y c) robustez en sus procesos administrativos.
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Dr. Gómez is Distinguished Professor of Strategy and International Management at Monterrey Institute of Technology in Mexico and University of San Diego in California USA. Before this, for 20 years, Jaime Alonso was National Dean of the Graduate Schools of Business Administration and Leadership (EGADE), Dean of the EGADE Mexico City, and Founding Dean of EGADE campus Monterrey
During Dr. Gomez’ leadership, EGADE was recognized as the top Latin American business school in the world by America Economía (Chile), among the top business school of the world by Financial Times and The Economist (UK), in the top 20 best business schools by The Wall Street Journal (USA), Top 20 non-USA Business Schools by Business Week (USA), and among the top 50 MBA’s in the world by Handelsblatt(Germany).
Jaime Alonso Gómez is or has been president and/or member of boards for companies and/or organizations in Europe, Asia and the Americas (including AACSB and EQUIS). In 2005, Dr. Gomez received the “Dean of the Year” Global Award from the prestigious Academy of International Business, AIB. In 2012 Dr. Gómez was nominated to the Best Business Professor of the Year award by the UK magazine “The Economist”.