Hoy en día, antes de elegir un MBA, uno debe de tener bien claro que es y qué aspectos debe considerar para elegir el programa ideal. El autor del presente artículo, nos comparte algunas reflexiones que sin lugar a dudas abrirá un camino para todo candidato interesado en estudiar un MBA.
Por: Jorge Arbulú Carrasco, Director del MBA Full Time del PAD Escuela de Dirección de la Universidad de Piura, Perú
¿Qué es el MBA?
El MBA debería ser una experiencia integral para la vida profesional de las personas que se quieren dedicar al mundo de la empresa. Esta experiencia le debe permitir desarrollar en primer lugar, el aspecto profesional de la toma de decisiones en la empresa. Experiencia que se facilita escuchando las alternativas que presentan otros compañeros y aprendiendo al mismo tiempo que la decisión es personal.
Los problemas que enfrentan los directivos requieren en primer lugar de un conocimiento interdisciplinar. Esto se logra abordando problemas reales, problemas complejos, que no son ejercicios de libro, sino más bien problemas que tienen muchas aristas, que requieren el conocimiento de diversos temas empresariales y que afectan a diferentes actores. Precisamente por esto y, más importante que lo anterior, en un MBA se debe tomar conciencia que trabajamos con personas y que querámoslo o no, con nuestra actuación llevamos implícito un modelo antropológico que subyace en todas las decisiones que tomamos dentro de una organización. Por esa razón se hace imprescindible reflexionar sobre ese modelo y como consecuencia revisar nuestro proceso de toma decisiones. No hacerlo es no ser objetivo porque se pierde un elemento esencial de la realidad. Con los problemas que surgen en la empresa y que, muchas veces, tienen que ver con personas, no funciona el “ceteris paribus”. Esto requiere espacio para la reflexión sobre las consecuencias de nuestras decisiones y el impacto que tienen sobre las personas que resultan afectadas.
La importancia de estudiar un MBA
El mundo empresarial es cada vez más competitivo, y las personas requieren estar mejor preparadas para resolver problemas en el trabajo. Un profesional que ha estudiado el MBA durante 18 meses o más en la resolución de una diversidad grande de problemas de todo tipo, definitivamente estará mejor preparado para asumir ese reto. No es imprescindible, pero sí muy conveniente.
Quienes deberían estudiar un MBA
En términos generales, deberían estudiar un MBA las personas que tienen como objetivo de su plan de carrera, trabajar como directivos de una organización, asumiendo puestos de dirección y de responsabilidad en su gobierno. También lo deberían hacer las personas que aspiran a tener un negocio propio. Esa experiencia les permitirá estar mejor preparados para asumir ese reto.
A la gran mayoría de personas les conviene hacerlo al terminar la carrera profesional, después de tener una experiencia mínima de 3 años en la empresa. A ellos les conviene hacer un MBA Full Time, es el mejor momento. Generalmente, todavía no hay compromisos familiares o económicos que lo dificulten y se pueden dedicar de lleno a capacitarse. La gran ventaja es evidente, se dedica exclusivamente a estudiar y eso permite la posibilidad de una formación más profunda. Otros, por diversas circunstancias personales, familiares o incluso laborales, no pudieron realizar sus estudios de MBA en ese momento. Sin embargo, desean obtener ese espacio de reflexión que ordene y potencie toda su experiencia. A ellos les llega el momento más adelante, y lo pueden hacer generalmente en una modalidad “part time” ya que sus circunstancias personales no le permitirían hacer una modalidad de estudio a tiempo completo.
Principales aspectos a considerar para elegir un MBA
Creo que el principal aspecto que debe considerar un candidato para elegir un MBA es buscar el lugar donde vaya a crecer más como persona. Obviamente esto incluye en primer lugar el aspecto profesional, pero también y más importante el aspecto personal. De esto depende que logre un desarrollo armónico y tenga como consecuencia también un mejor desempeño profesional. En las empresas se necesita personas que sean muy buenos profesionales, que ayuden a resolver los problemas que se presentan en el día a día. Pero también se necesita que esas personas sepan trabajar en equipo, que permitan crear un ambiente de trabajo colaborativo. Por eso es importante que cuando elija un MBA no sólo se fije en el aspecto profesional sino también en la formación y capacitación en competencias que se necesitan para trabajar en la empresa y más tarde estar preparado para liderar un equipo. Como consecuencia de ello, llegará una mejor remuneración económica, esto es consecuencia de lo anterior.
Consideraciones para estudiar un MBA en el país o en el extranjero
Me parece que el aspecto que debe considerar básicamente un candidato MBA es a donde va a trabajar después de terminar sus estudios de la maestría. Suponiendo que un programa MBA le de conocimientos y contactos personales, el ir a estudiar a otro país y volver, es renunciar, por lo menos en términos de cercanía física, a esa posibilidad de potenciar y mantener esos contactos que te dan los estudios.
Por otro lado, generalmente los estudios fuera del país requieren de una mayor inversión tanto por los precios del MBA, como por los costos de manutención. Esto, en la mayoría de los casos, no hace rentable la inversión de estudiar fuera.
Por eso, en términos generales, a las personas que deseen trabajar fuera del país les recomendamos que hagan sus estudios de MBA en esos países.
Los rankings: ¿miden a los egresados?
Los rankings en general son herramientas que intentan medir el orden jerárquico de las escuelas de negocios basado en algunos criterios que a su juicio rebelan la primacía de unas instituciones sobre otras. En ese sentido, en cuanto herramientas, no se pueden calificar. Es decir, pueden haber rankings y rankings… En principio un ranking bueno es el que debería tener criterios de valoración que realmente midan el éxito en la vida profesional y personal de sus egresados. Quizá sea fácil decirlo, pero que difícil de implementar. Precisamente por eso, la pregunta relevante sería entonces: ¿No hay una forma de verificar en el mercado y de manera más transparente cuál o cuáles instituciones académicas están siendo mejor reconocidas? ¿Cómo les va a sus egresados? ¿Cuál sería esa medida? Los criterios para establecer esos rankings, ¿miden lo que queremos medir? Y finalmente, ¿Quién evalúa a las empresas que hacen los rankings?
En el hipotético caso que, los criterios no sean los adecuados, se podría lograr un efecto perverso y este sería que las escuelas de negocios reorienten su actividad para terminar haciendo lo que los rankings valoran y no lo que su misión manda.
En definitiva, hay rankings buenos y serios y otros no tan buenos, según los criterios que usan para jerarquizar. Lo que no nos parece adecuado es elegir una escuela sólo en base a los rankings. La decisión de hacer unos estudios de MBA es una decisión tan seria, en tiempo y dinero, que vale la pena hacer una investigación mucho más personal. Conversar con amigos egresados de las escuelas que uno tenga como candidatas se hace muy imprescindible. Lo que se valora de verdad, muchas veces trasciende las estadísticas: averiguar la posibilidad real de tiempo disponible que uno tiene para relacionarse con los profesores que, con su experiencia profesional y personal, lo forman de manera individual, posibilidad real de actuar con sus compañeros, posibilidad de tener una relación de amistad con un coach, modo de vida al que aspiro etc… Mientras más importante sea la decisión que debo tomar en la vida, más evaluación personal uno tiene que hacer.
Acreditaciones internacionales
En general las acreditaciones internacionales son herramientas muy buenas que sirven de ayuda para revisar internamente los procesos institucionales y, en esa medida, son muy útiles. Permiten de ese modo para las universidades que no los tiene, una guía para trabajar en busca de la calidad y la mejora continua.
Otro aspecto importante a tener en cuenta consiste en quién debe ser el acreditador o los acreditadores. Lo ideal sería que además de la seriedad y competencia para hacerlo, no resulte oneroso para la institución que la recibe, de ese modo no habría traba para que puedan ser exigidas a todas las Escuelas.